Hoy me toca
compartir estas palabras de despedida en un año muy distinto, quizás el más extraño
que nos haya tocado vivir en nuestras vidas.
Nos
enfrentamos como humanidad a un virus desconocido y fuimos aprendiendo día a
día a defendernos de él.
Como
escuela, nos enfrentamos a una forma desconocida de enseñanza y también fuimos
aprendiendo día a día a dar clases de otra manera!
En ese
recorrido tuvimos muchos aciertos y algunos desaciertos… pero siempre le
pusimos el corazón. Sabemos que fue un año muy difícil, tanto para los docentes
como para los estudiantes, que pusimos todo nuestro esfuerzo, que nos quedaron
cosas por aprender y por enseñar, pero
la vida siempre nos da revancha… Así que deseamos arrancar un 2021 con todo,
con todas las ganas de reforzar aquellos contenidos que quizás no pudieron
profundizarse porque estuvimos inmersos en un objetivo mayor y más importante
como es el cuidado de nuestras vidas, las de las personas que queremos, ¡las de
todos!
Hoy, queremos brindar con ustedes simbólicamente, queremos pedir por un 2021 que nos encuentre juntos, ¡con trabajo, salud y amor!
BENDICIÓN
DE DRAGÓN de Gustavo Roldán
Que las lluvias
que te mojen sean suaves y cálidas.
Que el viento llegue
lleno del perfume de las flores.
Que los ríos te sean
propicios y corran para el lado que quieras navegar.
Que las nubes cubran el
sol cuando estés en el desierto.
Que los desiertos se
llenen de árboles cuando los quieras atravesar. O que encuentres esas plantas
mágicas que guardan en su raíz el agua que hace falta.
Que el frío y la nieve
lleguen cuando estés en una cueva tibia.
Que nunca te falte el
fuego.
Que nunca te falte el
agua.
Que nunca te falte el
amor.
Tal vez el fuego se
pueda prender.
Tal vez el agua pueda
caer del cielo.
Si te falta el amor, no
hay agua ni fuego que alcancen para seguir viviendo.
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